El Mozote: Más que turismo, Historia

Domingo Primero de Noviembre, 2009.

En nuestro viaje al norte de Morazán, nos tomamos un tiempo para que el mimado bólido canino nos condujera hasta el cantón El Mozote, un sitio que más allá del turismo, es un vivo referente histórico del crudo y violento pasado reciente que vivmos los Salvadoreños durante la guerra civil que tiñó de sangre la tierra y el alma de la gente allá por la década de 1980. Esta pequeña nota, espero sea un homenaje a las muchas víctimas inocentes de la pasada guerra, hombres, mujeres y niños que fueron cruelmente ajusticiados sin un motivo real y que hasta el día de hoy, nadie ha sido juzgado por su planificación y ejecución.

El Mozote es un apartado cantón ubicado al norte del departamento de Morazán, a unos 195 Kilómetros de San Salvador y a 5 del poblado de Arambala, una tranquila población que junto a Perquín, Meanguera, Cacaopera y Osicala conforman la denominada Ruta de Paz, llamada así por el clima de tranquilidad que ahora viven estas poblaciones luego que mermara el conflicto bélico en El Salvador. Recordemos que Morazán fue considerado "territorio rojo" en los años de la guerra y se vivieron crudos enfrentamientos en la zona.

Allá por diciembre de 1981, el día 10 de diciembre para ser precisos, inició por parte de la Fuerza Arnada de El Salvador una de las masacres más atroces del siglo XX, que ha sido catalogada como el genocidio más grande de los tiempos modernos, como parte del operativo de limpieza llamado Operación Rescate, que pretendía limpiar la zona norte de Morazán de la presencia de insurgentes del FMLN. Según lo expresado por nuestra atenta guía en el lugar histórico, Los efectivos del Batallón Atlacatl llegaron al lugar en la tarde del día 10 de diciembre y exigieron que la población se agrupara en filas en la plaza frente a la antigua Iglesia de Santa Catarina con el fin de obtener información referente a los guerrilleros. Luego les ordenaron encerrarse en sus casas y abstenerse de salir por cualquier razón o les dispararían. En la madrugada del día 11, volvieron a reunir a la población en la plaza y separaron a hombres, mujeres y niños y los llevaron a la iglesia, convento y a varias casas. Mientras se encontraban prisioneros, un helicóptero aterrizó en la plaza. Transportaba a los colaboradores del Coronel Monterrosa, quien era el responsable del Operativo Rescate. En ese momento, los habitantes del Mozote comprendieron que lo que sucedía no era un simple exceso de los soldados, sino que su captura había sido planificada y avalada por un importante sector entre los oficiales que prepararon el operativo.

En grupos de cinco y vendados y amarrados de manos, los hombres eran sacados de la iglesia y fusilados. Los pocos que quedaban agonizando eran brutalmente decapitados con golpes de machete en la nuca. Las mujeres no corrieron mejor suerte. Los soldados entraron a la fuerza en la pequeña casa y comenzaron a seleccionar a las mujeres más jóvenes. La mayoría de madres se opuso, pero fueron sometidas con golpes de culata de fusil o a patadas. Algunas, para horror de los niños y las mujeres, fueron asesinadas en el mismo lugar. Las jóvenes fueron llevadas a las afueras del caserío para ser violadas. Un testigo que ha permanecido en el anonimato durante todo el proceso de investigación, un hombre obligado a servir como guía por los oficiales del Atlacatl, reconoció que las adolescentes fueron violadas durante todo ese día. "Los soldados hablaban sobre las violaciones. Contaban y bromeaban sobre lo mucho que les habían gustado las niñas de doce años". Después de violarlas, los soldados las mataban a tiros o las decapitaban.

Los niños estaban histéricos. Sus madres habían sido asesinadas y ellos se encontraban encerrados en el convento, llorando y suplicando, viendo cómo algunos de compañeros de juego eran asesinados. Un pequeño grupo de soldados se colocó en la puerta y la ventana de la habitación y vació los fusiles M-16 en el grupo de niños que se había arrinconado en una esquina, en un vano intento de escapar de la muerte. Después los soldados lanzaron un par de granadas de mano y le prendieron fuego a la habitación. Si uno de los niños sobrevivió a las balas y a las explosiones, murió carbonizado por el incendio.

Según nos comentó nuestra guía, hubo pocos sobrevivientes a la masacre que abarcó más allá del referido cantón ya que en los subsiguientes días fueron masacardos pobladores de cantones vecinos, siempre con la misma brutalidad del Mozote. El batallón Atlacatl había practicado a la perfección en El Mozote la "Táctica de la Tierra Arrasada", que consiste en asesinar a todo ser viviente, incluyendo gallinas, perros y cerdos, y destruir todo vestigio de construcción. El objetivo es quitarle el "agua al pez", como los mismos militares reconocen. "El Mozote estaba en una zona controlada en un cien por ciento por la guerrilla. Cuando tú tratás de secar esas zonas, sabés que no vas a poder trabajar con población de ese lugar. Allí nunca vas a tener una base permanente, por eso simplemente decides matar a todos. Se hace más por frustración que por cualquier otra razón", reflexionó uno de los asesores del Batallón Atlacatl. Rufina Amaya fue una de esas pocas personas que lograron huír del lugar para luego perpetuar la cruel historia de como el ejército acabó con la vida de innumerables personas, ya que no se sabe el número exacto de víctimas debido a la naturaleza del hecho que hasta nuestros días está a la espera de justicia en varios tribunales de justicia local e internacional. Rufina falleció en 2007 sin haber visto la luz de la justicia caer sobre aquellos que asesinaron a su esposo e hijas y a todos los habitantes de esta zona de nuestro país que en nuestros días se ha levantado de sus propias cenizas y cogido el valor de contar su historia para que no se olvide jamás.

Esta pequeña nota no busca ser un referente de consulta sobre lo que se ha escrito y hablado sobre El Mozote y su gente, más bien deseo hacer un pequeño homenaje a todos aquellos que murieron injustamente y que algún día la justicia les devuelva no a sus seres queridos, pero si, les de castigo a los que perpetraron este salvaje hecho que desgraciadamente es parte de nuestro legado histórico. Si el lector desea conocer más sobre este lugar y su historia, invito a consultar todos los links que he dejado a lo largo de esta nota.

Para el curioso, el aventurero y el sediento de historia, el acceso al Mozote puede ser toda una aventura como lo fue para nosotros. En la ruta que conduce de Gotera a Perquín a la altura del kilómetro 196 se encuentra la desviación a la población de Arambala, desde el parque central de la localidad hay una ruta de 5 Kilómetros por calle de tierra y empedrada hasta el lugar. La gente es muy amistosa y aunque la ruta puede ser no apta para cardiácos por lo apartado de la zona y el estado de la calle, vale la pena aventurarse hasta este lugar y conocer un poco sobre nuestro pasado y de paso colaborar con el comité Histórico del Mozote, adquiriendo alguna de las artesanías que tienen a la venta en el quiosco de información contiguo a la Iglesia.

Quiero agradecer a las personas que nos guiaron en nuestra visita, desgaraciadamente olvidé sus nombres por el shock que recibimos durante el recorrido, ya que nos fue dificil digerir la narración de nuestra guía, pero como prometí dejo esta pequeña nota para que más gente se interese por este sitio lleno de heridas, pero que al igual que el Fénix ha logrado resurgir de las cenizas y continuar la vida, que es lo que cuenta. Además quiero agradecer a mi amada Irene, a mi cuñada y a mi suegro por confiarme sus vidas durante este viaje.

Como siempre una pequeña muestra fotográfica desde el Mozote.

Imagen que corresponde a la fachada de la Iglesia de El Mozote, dedicada a Santa Catarina. Esta edificación fue construida sobre las ruinas de la antigua Iglesia construida en 1901 y que fue destruida durante la intervención armada en la localidad.
Esta pequeña placa en la que se lee "Fundada en 1901" es uno de los pocos vestigios de la Iglesia Original en El Mozote.

Esta hermosa fachada ubicada a un costado de la Iglesia, en el llamado "El jardín de los niños inocentes de El Mozote, rinde homenaje a todos los infantes que murieron durante los días de diciembre de 1981. En la base del mural están los nombres de todos los niños fallecidos en ese lugar.

En el costado sur de la Iglesia se encuentra otro hermoso mural que describe la vida cotidiana de los lugareños y rinde homenaje al mundo por su interés y aporte a la localidad.

Parte del piso original del convento donde se efectuó la ejecución de los niños de la localidad. En la actualidad es parte del Jardín de los niños inocentes de El Mozote.

En este acercamiento se pueden observar algunas manchas marrones en el piso de ladrillo vivo. Según nuestra guía, esas manchas corresponden a sangre de los niños que se fosilisó tras años de permanecer enterrada por los escombros del convento.

En el mural dedicado a los fallecidos durante la masacre del Mozote, se encuentran enlistados los nombres de todos aquellos que perdieron la vida durante ese atroz acto violento.

Contiguo a la Iglesia, el visitante puede adquirir bellas artesanías basadas en maguey, madera, cuero, manta y hasta hermosos collares hechos con semillas de frijol criollo; todo esto en el punto de atención al visitante.