Miércoles 22 de Mayo, 2008.-
Como toda buena banda de Rock, como en todo buen gobierno, inclusive en las altas jerarquías de cualquier iglesia, siempre es buen momento para cambios, retiros, novedades, etcétera. En el caso del Chuchomóvil y su bitácora, este es un momento en el cual es sano anunciar que tenemos vacante el asiento derecho del Bólido Canino. Por lo mismo, viene a bien hacer público el anuncio en el que se solicita una Co-Piloto que complemente esta historia. Sexo femenino es obligatorio. El Chucho y su piloto amablemente solicitan una Co-Piloto que sepa leer mapas, que tenga conocimientos básicos de cartografía y nomenclatura; un poco de experiencia en fotografía es necesaria y también que tenga en su corazón el deseo por conocer, experimentar, vivir y saborear la carretera y ser parte activa de esta columna. Solamente aceptaremos currículos que llenen las expectativas. Se ofrece, entre otras cosas, una dosis grande de aventura, emociones a granel, atención de primera clase, y ser parte de esta élite que poco a poco está ganando la atención en el mundo de las bitácoras.
Si tu consideras llenar los requisitos antes descritos, contáctanos por medio de la dirección de correo ubicada al pie de esta columna.
Ya en serio, a partir de esta fecha, oficialmente el Chuchomóvil se queda sin Co-Piloto. Por razones que la vida misma pone todos los días para que uno experimente, mi Princesa ha dejado de ser la Co-Piloto consentida del Cánido. Ella ha tomado decisiones serias para su futuro y aunque no estoy del todo feliz por las mismas, ni modo, la vida debe seguir y hasta que la carretera me cruce con una canina con madurez y agallas para vivir la vida y luchar por sus sueños, el Chucho y su conductor seguirán recorriendo la carretera de la vida solos, porque somos seres nacidos para el tránsito. Quiero dar las gracias por la vida vivida, por las notas, imágenes y demás situaciones y detalles vividos durante este tiempo. Repito, no estoy del todo feliz por las decisiones, pero que le voy a hacer. El concepto de la vida no es a la fuerza, y no voy a esperar algo que no se puede o no se quiere dar.
Lo del ofrecimiento no es en broma. Si alguna chiquilla desea unirse a la aventura del Chuchomóvil, es bienvenida, siempre y cuando tenga en su corazoncito el deseo y la gana de conocer, experimentar y vivir la vida; claro, siguiendo las reglas de la vida, que son muy parecidas a las leyes de tránsito.
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