Miércoles 24 de Diciembre, 2008.-
Según leí anoche en uno de los rotativos locales y luego en los noticieros de la tele, el barril de petróleo crudo se volvió a caer en su precio, quedando en 38 Dólares, luego que dos grandes gigantes del mundo automotriz como Toyota y Caterpillar presentaran sus balances con pérdidas para el presente año, lo que generó un temor en la bolsa mundial por la inminente baja en la demanda de productos derivados del petróleo para los próximos meses. Para Toyota, según declaraciones de sus representantes, la marca no había experimentado pérdidas desde hace 71 años.
Tal vez para nosotros sea una alegría que volvamos a llenar nuestros tanques a precios similares a los de 2004, pero en lo personal pienso que esto es un mal augurio de algo grande y no muy agradable de lo que podría ser en 2009 en lo que a economía se refiere, lo cual se ve reflejado en el bajo repunte de la economía global al final del año, quizá gracias a las grandes rebajas que las cadenas de almacenes se vieron forzadas a hacer para que la gente comprara en esta temporada.
Es interesante también como ha crecido el parque de vehículos en las calles de San Salvador estas últimas semanas. Ha sido un total desorden el ir y venir por las calles de la ciudad, ya que la mara ha vuelto a sacar sus guarolas mojosas y algunas de ellas han estancado la fluidez cuando se les quedan... ya en serio, esto de los precios bajos ha generado que la gente vuelva a saturar las vías urbanas tanto así que el tráfico suave que se experimentaba en estos días debido a las vacaciones de los escueleros no se ha podido percibir. Quienes están contentos con este repunte en el consumo son los gasolineros locales, quienes expresaron su beneplácito por el incremento en la demanda de las gasolinas.
Aprovechando la algarabía de las festividades, quiero unirme al sentimiento que embarga el natalicio del Hijo de Dios, deseandoles a todos que sus fiestas estén llenas de alegría y bendiciones. Un consejo cuerdo y sano no viene a mal para todos los que vivimos el asfalto, si van a chupar no saquen sus vehículos, no por el temor a las deliciosas multas, sino por la seguridad que debe ser regla para todos. La Navidad es fiesta para compartir alegría, no la arruinemos con accidentes y desgracias.
**Update nocturno: Gracias Preciosa por la cálida cena, por la conversa y por el detalle de Chocolate.
Feliz Navidad para todos, que Dios derrame sus bendiciones sobre sus hogares!
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