domingo, 22 de junio de 2008

A las puertas de una gran aventura

Domingo 22 de Junio, 2008.-

Esta semana ha sido muy variada para mi Bólido Canino, dimos algunas vueltas por trabajo, sufrimos un leve accidente en un bache de dimensiones abismales, realizamos una visita de rutina al mecánico y también compartimos una velada interesante junto a mi amiga Verónica.

El martes muy temprano, realizamos un viaje de trabajo al aeropuerto, para inspeccionar las actividades de la compañía de celulares que trabaja con nosotros, un viaje agradable que generó un par de dólares para la causa del Canino, más en estos días que la gasolina continúa al alza.

Entre semana, llevé a mi amiga Verónica a degustar un cafecito con pastel en conmemoración de sus 30 Junios, recién cumplidos la semana pasada. Así pues, nos dirigimos al lugar de su elección, el Coffee Cup de Santa Elena. Allí departimos un poco de conversa, el café claro está, un tres leches para ella y un medio día para mí. Por cierto, y no es propaganda, este lugar sirve uno de los mejores cafés gourmet en la ciudad, además de deliciosos postres y otras delicias. Una de las razones, además de agasajar a la cumpleañera, fue sentarnos a organizar nuestro próximo viaje, un viaje necesario, y un viaje de cumpleaños. Verónica días atrás me había pedido que planeara algunas posibles rutas para este viaje, y bueno, desde hace algún tiempo tengo ganas de hacer un tour por los sitios arqueológicos del occidente, y recorrer la ruta entre Aguilares y Suchitoto. También sueño con montar al Chucho en el ferry de Suchitlán y subir al volcán de San Salvador. La ruta de las ruinas es tentadora, pero más aún lo fue la que acordamos juntos, luego de ver el mapa y soñar con la ruta, el paisaje y la aventura. No voy a divulgar nada aún, ya que deseo sea una sorpresa para los lectores y dado que nada está escrito en la vida, no me hago ilusiones hasta estar cerca de la fecha del viaje, la cual pactamos para el domingo venidero, 29 de junio.

Luego del café, de la planificación y del relax que produce el café y el clima fresco de Santa Elena, dispusimos el retorno a casa, pues mi estimada amiga debía atender su negocio, un negocio peculiar, y que en lo personal hace de mi amiga una heroína ecológica, pues ella se dedica al reciclaje de plásticos, los cuales transforma en ganchos, bandejas, huacales y otras cositas nacidas de plásticos residuales como los tapones de las botellas y sillas quebradas. El viaje a casa fue muy agradable, con la plática de nuestro viaje en la palestra, y con una hermosa luna de fondo. Quiero aclarar que este viaje es inédito en mi vida, pues nunca había tenido la oportunidad de compartir con alguien un momento para tomar el mapa de abordo y organizar la ruta, la logistica y por supuesto los detalles típicos como la alimentación y la música del viaje. Disfruté mucho este momento y la compañía.

Siempre en el afán de prepararnos para nuestro viaje, ayer llevé al Canino donde su amigo el mecánico, para una inspección de rutina, pues desde hace un mes había postergado la revisión semestral de frenos, los cuales fueron ajustados para evitar problemas a la hora de querer detener al Chucho, más en estos días de lluvia que vuelven peligrosas las carreteras. En el trayecto al taller, tuvimos un leve percance, al caer en un bache grande y profundo, esto sucedió por evitar un golpe con un camión que frenó de súbito delante mío. Alejandro, el chico del taller revisó el vehículo junto al famoso Colocho y me dijo que no había nada de que preocuparse. Luego de ajustar los frenos, cambiar el filtro de aire y cambiar el refrigerante del radiador, dispusimos probarlo para verificar que todo está en orden, pues la próxima semana le espera al Chuchomóvil una aventura única, la cual será mi regalo de cumpleaños a mi heroína y gran amiga Verónica, quien al igual que este servidor está muy ilusionada con esta aventura.


domingo, 8 de junio de 2008

A la caza de buenos precios

Domingo 8 de junio, 2008.-

Hace un par de post atrás, hacía el comentario relacionado a los cambios forzosos que los precios de los combustibles han hecho en los automovilistas en lo que va del año. Uno de esos cambios es el de rebuscarse más por una estación de gasolina que ofrezca un precio menor al de la mayoría. En esos cambios me incluyo yo, pues aunque siempre ando atento a las estaciones que tienen los precios más bajos; desde que la gasolina llegó a cuatro Dólares por galón, me fijo más en aquellas estaciones que venden más cómodo y he dejado de cargar gasolina en las que acostumbraba hacerlo. Una de las gasolineras que esta semana ha vendido a un precio relativamente bajo en San Salvador es la Texaco Gerardo Barrios, la cual tiene el galón de la Premium a $ 4.63 por galón servido en autoservicio.

El lunes cargué gasolina en dicha estación la cual estaba a 4.65, y entre semana pasé de nuevo por allí y noté que la gasolina no había sufrido cambio. Así que hoy, me encaminé a cargar otra vez, y para mi sorpresa, estaba dos centavos más barata. ¡Que alegría! ya que la Texaco que está cerca de mi casa, tenía la gasolina súper a $ 4.73; y otras ESSO y Shell que habían en mi ruta la tenían a 4.68, y 4.85 respectivamente.

Creo que muchos conductores coincidirán conmigo en que debería haber un control más riguroso de los precios por parte del ente regulador, nuestro flamante Ministerio de Economía, y que debería establecerse una ley que de plano force a los distribuidores de combustibles a aplicar los precios que se anuncian cada semana en las noticias. Los gasolineros le llaman comportamiento geográfico, pero a veces pienso que se pansan... ya que aplican los cambios de los precios con alzas adicionales.

Lo más divertido es, que esta semana, los noticieros abarrotaron los espacios con la noticia que una nueva compañía distribuidora abre operaciones en el país, cualquiera diría que las proyecciones de los petroleros son positivas, aún sobre los precios altos y la baja demanda de combustibles que sugieren las calles con menos vehículos, algo que me hace pensar un montón de tonteras y me produce cierta risa.

Yo mejor, luego de cargar a mi Cánido metálico dispuse dar un par de vueltas por la ciudad, recorrer el Bulevar Venezuela, pasando por donde hacen las casas de chucho, y conducir un poco sin estrés acompañado de la buena música que pone la Radio Láser los domingos por la tarde. Ni modo, estos tiempos me están forzando a no dar muchas vueltas con mi carrito y usarlo para lo estrictamente necesario.