domingo, 9 de noviembre de 2008

Nuestro tour por las Ruinas (Parte III)

Domingo 9 de Noviembre, 2008.-

Tras dejar el sitio arqueológico San Andrés, retomamos nuestro viaje, recorriendo la Panamericana hasta las afueras de la ciudad de Santa Ana, para orientarnos luego a nuestro siguiente punto en nuestro Tour por las Ruinas. Tras media hora de viaje, arribamos a la ciudad de Chalchuapa, famosa por su yuca con chicharrones y también por ser una de las zonas más ricas en lo que a arqueología se refiere. Así pues, a media tarde dimos continuidad a nuestra aventura, visitando el sitio arqueológico Tazumal, el cual se ubica en el casco urbano de la ciudad Chalchuapaneca. Como ya dije, esta zona del país es muy rica en asentamientos prehispánicos, siendo los más conocidos el emblemático Tazumal, y el sitio arqueológico Casa Blanca, el cual fue integrado al inventario de sitios de referencia arqueológica del país en 2002 cuando se comenzaron a hacer estudios y excavaciones gracias al apoyo del Japón.

Tazumal, un sitio con rasgos Mayas influenciados por Copán, y que en Quiché significa "Lugar donde las víctimas fueron quemadas", es el complejo arqueológico más grande y conocido de nuestro país; un sitio compuesto por dos estructuras, una plazuela y los restos de un supuesto campo de pelota. La más reconocida de las estructuras, aquella que nos enseñaron en los libros de texto, es la conocida como B1. Esta estructura de 24 metros de alto se sugiere era usada como sede de ceremonias y también fungió centro de poder de Chalchuapa. Su edificación se compone de por lo menos 13 fases de constucción que datan desde el año 100 hasta el 800 de nuestra era aproximadamente y según los hallazgos y estudios hechos en el sitio, se presume fue habitada hasta el declive de la civilización alrededor del año 1200 d.C. Este sitio cuenta con muchos detalles que sugieren que en algún momento de su historia, fue un centro de influencia Tolteca, esto último se logró confirmar luego del daño sufrido a raíz del fuerte invierno de 2004 que derrumbó parte de la estructura 2, el cual dejó al descubierto evidencia que no sólo poblaciones Mayas habitaron la zona. Nuestro recorrido por Tazumal además nos mostró otra estructura que fue ergida frente a la pirámide principal, esta está conectada por un terraplén con esta segunda estructura, la cual se presume fue construida como salón de audiencias ya que en la cima de dicha estructura se pueden observar los restos de cuatro columnas circulares que sugieren se erguía una especie de templete donde los gobernantes atendían a los emisarios y discutían sobre los problemas comunes para su ciudad.

En la parte norte del complejo, se ubican los restos de los que aparentemente fueron dos campos de pelota, pero estos aún no han sido estudiados a profundidad. También, en la parte posterior de la gran pirámide se encuentran unas hermosas escalinatas que asemejan una gradería para que fuese observado algún evento o quizá era usado como espacio de descanso de las innumerables autoridades que pudieron haberse dado cita al recinto. Desgraciadamente Tazumal no cuenta con guía, y tampoco hay mucha referencia en Internet que valide nuestras conjeturas, pero no cabe duda que en conjunto es un sitio emblemático lleno de misterio y belleza.

Dentro del complejo arqueológico el visitante puede además apreciar las piezas producto de las distintas excavaciones realizadas en la zona, dentro del museo que lleva el nombre del arqueólogo pionero en el estudio de dos de los sitios que hemos visitado en este viaje, y a quien con honores se le suele llamar el padre de la arqueología Salvadoreña: Stanley Boggs. La coleción de piezas de Tazumal es una de las más hermosas que tiene en su inventario este lindo país, varias de las piezas se hallan aquí y muchas otras se pueden apreciar en el Museo Nacional de Antropología, el cual fue también dirigido por Boggs por varios años hasta su muerte en 1991. Sin duda, una de las más bellas piezas halladas en Tazumal, y que está en exhibición en el museo del parque, es la figura en tamaño natural de Xipe-Tótec, una de las deidades más importantes de la Mesoamérica. Xipé-Tótec, cuyo nombre significa "Nuestro Señor, El Desollado", es asociado con la fertilidad y con la cosecha; con la juventud, la riqueza y el amor. Su nombre se debe a que se quitó la piel para alimentar a la humanidad, en semejanza al grano de maíz, el cual pierde su piel externa previo a la germinación. Anualmente eran seleccionados esclavos para sacrificios dedicados a esta deidad, quienes eran despellejados meticulosamente, y luego la imagen y los sacerdotes eran envestidos con estas pieles durante los rituales. Esta deidad fue muy importante en nuestras culturas debido a que se le asociaba con la abundancia, con las cosechas, y le rendían sacrificios a manera de agradecimiento y para que ahuyentara las sequías y plagas.

Tras admirar la preciosa colección de piezas invaluables de Tazumal, hechamos un último vistazo a este hermoso lugar, el cual se ve mucho más imponente con las últimas luces de la tarde, momento idóneo para emprender el retorno a la capital. Hicimos una última parada merecida en la gasolinera ubicada en las afueras de la ciudad de Santa Ana, para degustar un delicioso cafecito acompañado de unas suculentas quesadillas, cortesía de nuestra amiga Irene; las cuales degustamos mientras comentabamos sobre lo aprendido, vivido y compartido durante el viaje, este mágico viaje a través de nuestra historia, cuyo legado sigue presente en muchas de nuestras costumbres actuales.

Invito como siempre al local y al foráneo a visitar, admirar y sobre todo cuidar estas joyas históricas, invaluables muestras de nuestros antepasados y que están a nuestra disposición para que las descubramos y valoremos como se debe.

Quiero agradecer a mis compañeros de vagancia, Verónica, Irene e Isaías por compartir conmigo este paseo genial que en lo personal disfruté mucho y que no hubiera sido igual de intenso sin ustedes.

Dejo una muestra de imágenes de este paseo para su deleite.

Imagen de Xipe-Tótec encontrada en Tazumal. Adorada en toda la Mesoamérica y asociada a la fertilidad y las cosechas.

Hermoso plato polícromo con trípode hallado en Tazumal. Presumiblemente usado durante los sacrificios para recolectar la sangre de sus víctimas.

Esta imagen muestra un guerrero tallado en la piedra. Puede observarse el alto nivel de detalle en la elaboración de este petrograbado.

Otra vista de la estructura B1, vista desde el tope de la estructura 2.

Mis dos guapas amigas en las escalinatas ubicadas en uno de los costados de la Estructura B1.


Nuestro tour por las Ruinas (Parte II)

Domingo 9 de Noviembre, 2008.-

Tras dejar el sitio arqueológico Joya de Cerén, continuamos nuestro recorrido incorporándonos a la Panamericana, orientando nuestras narices al occidente. A 10 minutos en vehículo y a 5 kilómetros en línea recta de Joya de Cerén, se ubican las ruinas de San Andrés, un antiguo asentamiento de influencia Maya que data, según los estudios, de los años 900 a.C. y que fue abandonado alrededor del año 420 d.C., en la época de la gigantesca erupción de la caldera de Ilopango que forzó a la migración de muchos asentamientos humanos de la región.

San Andrés se presume fue uno de los centros prehispánicos más importantes de El Salvador. Se cree llegó a ser una capital regional entre los años 600 y 900 de nuestra era, y estaba constituido de un centro monumental, rodeado de una vasta comunidad residencial, la cual incluía a Joya de Cerén. Además se presume que fue una ciudad que mantenía extensos nexos comerciales con otras ciudades Mayas de la época, ya que en las excavaciones realizadas en el sitio se han encontrado restos de incensarios, reliquias y otros objetos que provienen de sitios tan distantes como el Petén en Guatemala y la zona norte de Belice, donde prosperaron grandes asentamientos como Tikal y Xunantunich. También hay evidencias de comericio con Copán en Honduras y otras ciudades importantes de la Mesoamérica como Tehotihuacán en el centro del actual México. Dada su posición geopolítica, se asume que San Andrés también era una ciudad de mucha influencia en el actual valle de Zapotitán, y que recibía el tributo de asentamientos como el del valle de las Hamacas, donde se ubica la actual capital de la República de El Salvador. Por cierto, no hay un dato preciso sobre el nombre que le dieron los habitantes a este lugar, si alguien tiene este dato y quiere compartirlo, no dude en hacerlo para enriquecer más esta nota.

Nuestro itinerario en el Sitio Arqueológico San Andrés inicia en el museo, donde se exhiben todos los hallazgos producto de las diferentes excavaciones que se han dado en el sitio desde 1940, así como muestras en palabra e imagen de la vida cotidiana de los habitantes de esta urbe, así, el visitante puede observar desde como elaboraban sus alimentos, como trataban a sus difuntos y también puede observarse con detalle cuan hábiles eran observando el legado en barro, obsidiana, piedra y madera. Este museo tiene en su inventario una vasta colección de objetos hallados en el sitio y en los diversos asentamientos alrededor del casco de la ciudadela.

Tras finalizar el recorrido por el museo, salimos al campo donde se hallan las estructuras. San Andrés, como la mayoría de ciudades Mayas, está constituida por una Acrópolis, palabra derivada del latín "ciudad en alto", que básicamente es un emplazamiento sobre una elevación natural. Esto era hecho con el afán de proteger a la ciudad y dar un mejor punto de observación contra posibles invasiones enemigas. Al igual que los Griegos y Romanos, los Mayas usaban este sistema para resguardar sus estructuras de importancia. Además de la Acrópolis, el complejo tiene una plaza mayor, y otras estructuras importantes como la pirámide de "La Campana" que está en proceso de restauración por parte de FUNDAR, entidad que administra este parque desde 2005. Durante nuestra visita pudimos observar el excelente nivel de conservación y restauración hechos por esta entidad, pues han sido protegidas las estructuras con un cerco perimetral para que nadie camine sobre ellas, además del mantenimiento ornamental que se le dan a las mismas, evitando el crecimiento de plantas sobre las mismas y dando constantes revisiones a las estructuras expuestas para minimizar su deterioro.

Tal vez San Andrés no sea tan impresionante como lo pueden llegar a ser estructuras de ciudades emblemáticas del Impreio Maya como Tikal, Copán o Palenque, pero básicamente aquí, sin ir tan lejos, se puede observar con detalle como era la organización de las ciudades. En la Acrópolis se reune el templo mayor al centro, varias estructuras anexas, una plazuela donde se presume se podían observar las diferentes actividades realizadas por el gobernante y sus allegados, y en los extremos norte y poniente del emplazamiento se hallan dos estructuras que han sido llamadas "Los Aposentos" donde se cree habitaba la élite gobernante del lugar. En estas estructuras habitaban y daban audiencia las altas autoridades de San Andrés.

Tras observar la singular belleza del lugar y usar la imaginación para recrear como era la vida en el apogeo de esta ciudad, tomamos un merecido descanso a la sombra para luego dejar el recinto y buscar el área de pic-nic del parque para deleitar nuestros alimentos y comentar sobre nuestro viaje durante la comida.

San Andrés tiene además del museo y el parque arqueológico, un anfiteatro, un área de pic-nic, una cafetería, una zona para la venta de souvenirs, servicios sanitarios y tarifas accesibles para locales y foráneos. Solamente tengo una crítica para los administradores del parque. El área de pic-nic tiene a bien varias mesas para que los visitantes descansen y se deleiten de los sagrados alimentos luego de la visita al parque, pero es una lástima el nivel de deterioro que las mismas presentan, así
que exhorto a las autoridades correspondientes a tomar cartas en el asunto, pues el parque en general vale la pena visitarlo por su alto legado histórico, pero también no deben dejar de lado el factor comodidad pues el área de pic-nic deja mucho que desear. Nosotros por nuestra parte, decidimos buscar la sombra de un árbol a las orillas del río Sucio, que cruza a un costado del asentamiento donde degustamos de nuestros alimentos y departimos sobre la belleza del lugar y nos preparamos luego de un suculento descanso para continuar nuestra travesía en nuestra tercera parada de este viaje lleno de historia. Invito a que continúen este viaje en la tercera parte, donde haremos una parada en otro lugar lleno de magia e historia: Tazumal.

Dejo una muestra fotográfica de nuestra visita a San Andrés para su deleite.

Fotografía que muestra el mapa ilustrativo del complejo y a la izquierda se puede leer la información referente al sitio para mejor entendimiento por parte del visitante. Esta imagen es de alta resolución, puede leerse el texto dando clic sobre ella.

Figurilla de obsidiana encontrada en la estructura 7, la cual se presume era usada para hacer ofrendas a los dioses y celebrar actividades de índole religiosa. Según las investigaciones, esta imagen proviene del Norte de Belice.

Esta imagen muestra una urna funeraria encontrada en los alrededores del asentamiento San Andrés.

Puede observarse una cara moldeada en barro, la cual fue encontrada en los alrededores del sitio.

Arriba:Imagen de la estructura 1, vista desde su costado sur-este. Abajo, la misma estructura vista de frente
Acá se muestra la estructura llamada "Los Aposentos" donde se presume habitaban las altas autoridades de San Andrés.

Estructura 7 vista desde su costado sur y norte. En las excavaciones realizadas a esta estructura se encontraron diferentes artefactos que sugieren que ésta era usada con fines religiosos

Una hermosa perspectiva de la estructura 1 y 3 desde Los Aposentos

Nuestro tour por las Ruinas (Parte I)

Domingo 9 de Noviembre, 2008.-

Este fin de semana, volvimos a tirar la casa por la ventana, con el afán de saborear la carretera, disfrutar del sol, departir y compartir; y claro, vivir de primera mano el legado histórico de nuestros antepasados, en una aventura más, Nuestro Tour Por Las Ruinas; un viaje que reúne 3 de los más emblemáticos sitios arqueológicos de mi país, que como parte de la Mesoamérica tuvo mucha actividad en los tiempos que los Mayas, Nahuales, Pipiles y otras culturas milenarias poblaron estas tierras, dejándonos el legado de los Hombres de Maíz, que perdura hasta nuestros días. Como siempre, invito al lector a deleitarse con la narración y las fotografías de esta aventura, y si considera oportuno hacer correr la voz, usar como referencia o dejar un comentario sobre nuestras aventuras.

Hace un par de semanas, mi amiga Verónica me invitó a que realizáramos otro paseo, esta vez con la excusa de celebrar mi cumpleaños, y de paso , para variar, nos diéramos un relax disfrutando de la carretera, del paisaje y de la camaradería. Para este paseo, mi amiga me dejó a mi escoger el destino, pues era mi regalo de cumpleaños. Hacía unos meses, le había comentado a ella mi gana de ascender al Picacho, como se conoce al Volcán de San Salvador, pero decidimos mejor no hacerlo, debido a que recientemente descubrieron unas fisuras en la cara norponiente del volcán, y como la seguridad es primordial en nosotros, decidimos mejor realizar un paseo que ya tenía en la mesa desde que inicié esta Bitácora: Hacer un viaje temático por los sitios arqueológicos de la zona occidental de El Salvador, visitando Joya de Cerén, el sitio arqueológico San Andrés y las Ruinas del Tazumal, tres de nuestros más emblemáticos puntos de referencia para conocer sobre el legado de los Mayas en El Salvador. Así pues, calendarizamos el viaje, realizamos los preparativos de rigor, giramos las invitaciones respectivas a Aleida, Isaías y a nuestra nueva amiga Irene; a quien damos una calurosa bienvenida a este selecto grupo de locos aventureros amantes del descubrimiento, la aventura y el turismo. Al final de la semana quedó conformado el grupo por Verónica, Irene, Isaías y este Servidor, ya que nuestra amiga Aleida se quedó en su casita guardando reposo debido a una gripe tipo moquillo que la dejó tendida en su cama.


Nuestra aventura comenzó muy temprano, luego que mi adorado Bólido Canino fuera inspeccionado y luego cargado con un montón de provisiones, una buena selección musical para el viaje y realizar el recorrido taxi para recoger a cada miembro e iniciar el viaje. Un día antes fue llevado al auto lavado, donde lo dejaron impecable y muy coqueto. También fue cargado su tanque con combustible, y por la noche nos llevó al supermercado a hacer algunas compras para el viaje. Tras pasar por Irene, iniciamos nuestro viaje, cruzando la avenida Monseñor Romero, la cual recorre el centro de San Salvador, para luego orientarnos hacia nuestro primer punto del recorrido, el pupusódromo de Nejapa, donde volvimos a saborear las deliciosas pupusas de arroz en la pupusería Isa. Tras un suculento desayuno, que incluyó una degustación de café cortesía de este servidor, continuamos nuestro recorrido viajando desde Nejapa hasta San Juan Opico, donde se encuentra nuestra primera escala histórica del viaje. A cinco minutos del cantón Sitio del Niño y a 27 kilómetros de San Salvador, sobre la carretera a Opico, se ubica el Sitio Arqueológico Joya de Cerén, sitio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993 por su singularidad y aporte a la historia. Para el curioso, este sitio está registrado en los libros de la UNESCO con el número 675. Es un honor para todos los Salvadoreños el contar con un lugar como este, que por su naturaleza es uno de los mejores puntos de muestra de como vivían los habitantes del valle Zapotitán y de Mesoamérica en general hace 16 siglos. Joya de Cerén es un asentamiento de origen Maya, y lo peculiar de este lugar es como fue preservado. Según lo cuenta la tierra donde se realizó el hallazgo en 1976, literalmente la ciudadela fue sepultada por la tremenda explosión del otrora Volcán Ilopango, el cual depositó con su erupción toneladas de ceniza en densas áreas del Cuzcatlán de aquellos días del año 430 D.C. cuando este volcán tipo caldera hizo esta erpución histórica que modificó el paisaje de la época, cobró miles de vidas y nos dejó esta ventana al pasado, casi intacta con la cual podemos conocer como era la vida de la gente en esos días apocalípticos para su ciudad. Por su similitud con la ciudad Italiana, en lo relacionado al proceso de conservación, es apodada "La Pompeya de América". Aquí el visitante puede recorrer la cuidadela mientras el guía va explicando cada detalle a medida que avanza el recorrido. Un tip para el foráneo: Joya de Cerén cuenta con guías que hablan en Inglés y pueden solicitar con confianza que el recorrido sea narrado en dicho idioma.

Joya de Cerén cuenta con 12 estructuras de barro, madera y piedra, las cuales muestran diferentes tipos de construcción: Hay desde viviendas de fachada humilde, hasta otras más elaboradas, como un Temascal, que en Nahuatl quiere decir "casa de vapor" Estas últimas se asume fueron habitadas y usadas por el chamán o curandero del pueblo y por las más altas autoridades de la ciudadela. Es impresionante el nivel de detalle que puede observarse en ese asentamiento. El visitante puede ver, en el caso de la vivienda familiar detalles tan pequeños como los surcos dejados en la tierra para la labranza, la ubicación de los muebles, arcos de las puertas, ventanas y hasta los adornos y detalles en relieve que las paredes de las viviendas tenían.

Otros hallazgos interesantes, fueron los restos de alimentos encontrados en vasijas, las cuales fueron selladas por la misma ceniza de las distinas erupciones que sepultaron la ciudad, ya que luego del cataclismo generado por Ilopango, otras 14 erupciones importantes aportaron sedimento a las capas del suelo, erupciones del volcán de San Salvador, Ilopango y las hechas por el extinto volcán Caldera, que se halla a solo 6 kilómetros al norte del sitio. También se encontraron en excelente estado de conservación, esqueletos de animales, mazorcas, y hasta se encontraron huellas humanas y de perros en algunas áreas abiertas de la zona excavada. Según nuestra guía, en el sitio solamente se ha desenterrado una pequeña parte del complejo, por lo que en los futuros años se espera que se encuentren más estructuras que nos ayuden a entender mejor como era la vida de la gente de aquellos días.

Uno de los factores que más preocupan a los arqueólogos, el el inevitable deterioro que están sufriendo las estructuras, debido a la erosión heólica (producida por el viento), a la cambiante humedad del lugar, y a la aparición de musgos y hongos que debido a la falta de fondos e interés real de parte de las autoridades de cultura, si no es mejorada la calidad en la conservación, este legado único en las Américas podría perderse en poco tiempo. De hecho, cuando el sitio fue incluido en la lista de sitios Patrimonio de la Humanidad, todo lo relacionado a la conservación fue punto de enfoque de parte del comité calificador y dado al estado Salvadoreño como prioridad para la conservación del sitio. FUNDAR, quien tiene a bien el cuido y exploración del sitio ha hecho muchas cosas en favor de la conservación, pero falta mucho por hacer, y como bien recalca la UNESCO, es de vital importancia tomar en cuenta este punto. Joya de Cerén es un sitio muy delicado y hermoso y merece ser cuidado por todos para el disfrute de todos.

Durante nuestro viaje, no pudimos ingresar al museo, debido a que está siendo reconstruído, pero en otra visita hecha por este servidor, pude observar los hallazgos resultado de las excavaciones. Encontré especial fasinación por las vasijas con semillas de cacao, las mazorcas petrificadas, un esqueleto de pato hallado en una olla, utensilios para la labranza, para la cocina, y restos de lazos o pitas que fueron conservados gracias a las propiedades alcalinas de las cenizas que cayeron sobre la ciudad. Aunque el sitio es pequeño y aún hay mucho por descubrir, es hermoso y fascinante para el amante de la historia, gracias al aporte que nos ofrece este lugar singular que invito a vivir y cuidar por supuesto.

Dejo una muestra fotográfica del recorrido e invito a que sigamos esta aventura en la segunda parte de este viaje histórico. (Clic sobre la imagen para verlas en tamaño grande)

En esta imagen puede observarse una estructura circular, se presume fue concebida para usarse como cocina, gracias a la evidencia encontrada en el sitio, que incluye trozos de leña a medio quemar y algunas vasijas y restos de alimentos. En la parte inferior derecha pueden observarse los surcos donde se presume los habitantes cultivaban el maíz y otras hortalizas.

Esta estructura se presume era la vivienda del Chamán o curandero de la ciudad. Para el caso de Joya de Cerén los vestigios hallados en su interior inclinan a que en esta ciudadela una mujer ejercía como curandera de la misma. Obsérvese los detalles en relieve en los acabados de la pared frontal de la vivienda

La imagen muestra un típico temascal Maya. Los Mayas usaban la técnica de calentar piedras y rociarles infusiones herbales que creaban un vapor medicinal y sanador. El uso del temascal tiene tanto connotaciones rituales como curativas, ambas relacionadas con el poder relajante y desintoxicante del vapor y las ínfulas de hierbas medicinales.

Esta imagen muestra como las diferentes erupciones volcánicas soterraron a esta ciudad. Es impresionante imaginar la magnitud de las diferentes descargas de material y la obvia fuerza de la naturaleza capaz de modificar el estilo de vida de la humanidad.

En estas imágenes puede observarse una estructura la cual se presume era habitada por alguna familia de más alto rango social, esto debido a la calidad de los materiales usados y los detalles en la constucción. Los distintos colores observados en las paredes son el resultado directo de la temperatura del material depositado durante las distintas erupciones.

Esta es otra de las estructuras encontradas en el sitio. Se presume era otra vivienda. Al fondo pueden observarse como referencia las distintas capas de sedimentos que sepultaron a la Pompeya de las Américas