domingo, 21 de junio de 2009

Metapán: La ciudad blanca

Domingo 21 de Junio, 2009.-

Situada en el extremo norte del departamento de Santa Ana, a 112 kilómetros de San Salvador y a 46 de la Ciudad de Santa Ana, se ubica la Ciudad Blanca, Metapán, una de las ciudades más bellas de este país y la que humildemente se jacta de tener la iglesia colonial más bella del país; de la cual este servidor no opinará lo contrario, ya que más allá del humilde comentario de sus habitantes, en nuestro paseo por esta pujante ciudad, descubrimos, mi amada compañera de viajes y este servidor, una iglesia y un pueblo lleno de magia, belleza e historia únicas.

La historia de Metapán, cuyo nombre significa "Río de Magueyes", se remonta a los tiempos de la fundación de la misma por tribus de origen Maya-Chortis, la cual fue fuertemente influenciada por los pipiles, quienes a partir del siglo XIII habitaron esta zona. Para el siglo XVI tras la llegada de los Españoles a la zona se crearon dos pueblos gemelos, Santiago y San Pedro Metapán, los cuales se fusionaron para crear la urbe que actualmente conocemos. No hay un referente histórico de la fecha de construccion de la hermosa Iglesia de San Pedro, pero hay una referencia la cual indica que la construcción comenzó un año después de la mudanza de los Santiagueños a San Pedro. Este bello templo
fue concluido el 11 de junio de 1743 gracias al celo y piadosa munificencia del Padre Cura Don Francisco Javier Estrada; todo el es mampostería y tiene sesenta varas de longitud y catorce de latitud, y en su arquitectura prevalecen las ordenes dórico y toscano.

Esta bella iglesia, la cual es patrimonio nacional, cuenta con innumerables tesoros invaluables, desde sus frescos en la cúpula, sus altares de fina ebanistería barroca, una imagen de Cristo crucificado que data del siglo XVII, la cual es conocida con El Señor de Angue, cuyo nombre proviene de uno de los asentamientos más antiguos de la zona. Además en su campanario se encuentra la Campana del Socorro, la cual fue fundida en 1810. Este fue un obsequio del rey Fernando VII, y que en nuestros días aún repica llamando a los fieles a la liturgia.

Más allá de la magestuosidad de su iglesia, Metapán es una ciudad de calles tranquilas con varios atractivos para el visitante, los cuales incluyen la laguna de Güija, que es compartida por Guatemala y El Salvador, así como el bosque nebuloso de Montecristo, un proyecto ecoturístico compartido por Guatemala, Honduras y El Salvador. Metapán es además famoso por sus yacimientos de piedra caliza -de allí el nombre de ciudad blanca- esta piedra ha sido pilar fundamental en el desarrollo del país, ya que es una de las materias primas para la elaboración de cemento y cal. En las afueras de la ciudad existen varias plantas de producción de estos productos gracias a esta piedra. Además, por ser una de las zonas geológicas más antiguas del país, también existen yacimientos de otros minerales como el oro, el cobre y plata. En lo relacionado a la historia, Metapán fue cuna del Presbítero y Doctor Isidro Menéndez, quien ayudó en la creación de la Constitución de Las Provincias Unidas de Centroamérica; así como el Presidente Tomás Regalado, quien en su período al frente del gobierno impulsó la creación del ferrocarril entre San Salvador y Acajutla.

Nuestro viaje, el cual realizamos en el marco de las festividades a San Pedro, patrono de la ciudad, nos dejó al descubierto una ciudad entregada a sus tradiciones, y una ciudad llena de alegría volcada a las actividades relacionadas con la fiesta. Por nuestra parte, nos inmiscuimos entre la multitud para disfrutar de los platillos típicos, de la fiesta y la liturgia, que forma parte activa de las festividades de nuestros pueblos.

Como siempre, invito al local y al foráneo a tomar mapa y carretera para descubrir lugares bellos e interesantes, los cuales como esta bella ciudad tienen sus brazos abiertos para recibirnos. Dejo una muestra de nuestro viaje por la Ciudad Blanca para su deleite.

Imagen de San Pedro Apóstol, patrono de la localidad.
Digna de admiración la imponente fachada de la Iglesia de San Pedro en Metapán, la cual es custodiada por su patrono, en primer plano.Hermosos detalles de ebanistería barroca adornan el interior de la iglesia con sus acabados recargados.Un hermoso atrio rematado con tragaluz en el interior de la iglesia de San Pedro.Panorámica del interior de la iglesia en la que se pueden observar sus bellas columnas, parte de la cúpula que es sostenida por hermosos arcos y rematado con frescos en sus cuatro flancos de soporte.Este bello fresco de San Agustín adorna los cuatro flancos de la cúpula de la iglesia.Los Metapanecos tienen una de las iglesias más bellas y mejor conservadas del país. en la imagen, el imponente altar mayor de la iglesia de San Pedro, que data de 1743.
Entre sus joyas más preciadas se encuentra el Cristo del Angue, que data del siglo XVII.Un hermoso pórtico ubicado al costado norte del templo.Durante nuesta visita a la ciudad de Metapán visitamos la iglesia del Señor de Ostúa,cuya iglesia se ubica algunas cuadras al norte del Palacio Municipal.Esta imagen muestra al famoso trencito de Juayúa, de visita en Metapán por las festividades. Al fondo, la iglesia del Señor de Ostúa.Entre las delicias que encontramos en esta ciudad fue un delicioso sorbete de carretón, una experiencia única.El visitante puede tomarse un momento para visitar el lago de Güija, ubicado a unos minutos al sur de la ciudad Calera.

Texistepeque: El cerro donde se ven piedras

Domingo 21 de junio, 2009.-

A 85 Kilómetros de San Salvador, y a 15 de la Ciudad Morena, Santa Ana, sobre la carretera que conduce a la ciudad de Metapán, se encuentra la tranquila ciudad de Texistepeque, una bella y tranquila población, que guarda muchas historias y atractivos para el visitante sediento de exploración y aventura. En esta ocasión, a bordo del Bólido Canino, mi amada Irene y este servidor hicimos una parada obligatoria en esta bonita ciudad en el marco de nuestro viaje a la ciudad de Metapán, y no quise dejar de lado esta urbe, por su bellísima iglesia colonial, y otras delicias para nuestro deleite.

De origen Maya-Pocomame, Texistepeque significa "El cerro donde se ven piedras". Goza de fama a nivel nacional e internacional por sus tradiciones de la Semana Santa, en la cual los talcigüines invaden las calles principales de la ciudad repartiendo azotes cada lunes Santo. La tradición de los talcigüines consiste en una representación teatral que recrea la eterna batalla entre "el bien y el mal", aunque año con año los "endiablados" son sometidos por Jesús, quien es representado por un habitante del lugar.

Nuestra parada incluyó una visita de cajón a la hermosa iglesia de San Estéban y la Virgen de Belén Guiját, la cual data, según registros históricos de la parroquia del lugar, de finales del siglo XVIII. Esta es una bella construcción de estilo barroco tipo Antigua de un blanco esplendoroso, y en su interior se pueden observar sus diez coulmnas de madera maciza, un atrio pequeño y el humilde altar dedicado a San Esteban y la Virgen de Belén Guiját.

Otro atractivo destacable de esta ciudad es su hermoso parque central, el Parque Menendez; con una frondosa ceiba y un intrincado amate, un quiosco, juegos para niños y un área para el descanzo con bancas a la sombra de los árboles, que invita a un momento de relax gracias a la tranquilidad que se respira en esta ciudad y a la frescura del lugar. En su viaje a la ciudad de Metapán o sólo por disfrutar, invito al vagabundo y aventurero sediento de nuevas experiencias, hacer una parada en esta pequeña ciudad, digna de visitar y admirar.

Dejo unas imágenes de esta ciudad e invito a continuar nuestro recorrido visitando la ciudad Calera de Metapán en nuestra siguiente nota.

Hermosos detalles Barrocos en la fachada de la Iglesia de San Esteban en Texistepeque. Esta cosntrucción data de los años de 1750 aproximadamente.
Hermosos detalles como el campanario y el reloj hacen de esta joya arquitectónica nacional digna de admiración.
Durante nuestra visita a esta ciudad, nos tomamos un momento para disfrutar de la tranquilidad que se respira en sus calles y claro, para tomarnos unas fotos para el recuerdo
Imágenes del interior de la iglesia en la que se puede apreciar el atrio de la iglesia, y una perspectiva del altar y de las columnas que sostienen la estructura.
Detalle de una ventana lateral de la iglesia de San Esteban en la que se puede apreciar el grosor de las paredes la edificación
Imágenes del Parque Menéndez de la ciudad de Texistepeque, su verdor y sombra invitan a quedarse un rato disfrutando de la frescura de su sombra.
Un intrincado amate adorna el costado sur del Parque Menéndez de la ciudad de Texistepeque.
Texistepeque cuenta con los servicios básicos, en la imágen, la fachada de la unidad de salud que se ubica atrás de la iglesia de Belén Güijat.

domingo, 7 de junio de 2009

Apastepeque: Una laguna y mucha tradición

Domingo 7 de Junio, 2009.-

Tras varias semanas de ausencia, debido a varios factores, volvemos a la calzada junto al mimado Bólido Canino, esta vez realizando un pequeño paseo de prueba, ya que en los últimos días el Chuchomóvil fue llevado con su mecánico de cabecera para que le fueran sustituidos los amortiguadores, llantas y un necesario ajuste en el sistema de dirección. Así pues, junto a mi amada compañera, realizamos un interesante paseo por la Panamericana, visitando la ciudad de Apastepeque y la laguna que lleva el nombre de esta bonita ciudad, nos detuvimos a contemplar al emblemático Chinchontepeq y el valle Jiboa, recorrimos la ruta San Vicente-Zacatecoluca y finalizamos nuestro viaje de prueba en la ciudad de Olocuilta, degustando las singulares y famosas pupusas de arroz, icono de esta ciudad.

Tras una serie de revisiones hechas al Cánido, las cuales incluyeron el reemplazo del sistema de amortiguadores, dirección y cambio justo y necesario de llantas, emprendimos esta tarde un viaje de prueba por la Panamericana rumbo al oriente, apuntando nuestras narices hacia la Laguna de Apastepeque, ya que mi amada Irene deseaba visitar esta bella atracción natural, y claro, visitar la ciudad que le da el nombre a esta impresionante laguna. Nuestra primera parada obligatoria en este viaje la realizamos en la zona de las vueltas de La Leona, desde donde el viajante puede deleitarse con la espectacular vista del Majestuoso Volcán Chinchontepeq y el hermoso valle Jiboa, dos iconos básicos de este mi país chiquito.

Tras apreciar por largo rato la belleza del paisaje, retomamos la carretera pasando de largo el desvío a la ciudad de San Vicente y deteniendo la marcha un par de kilómetros adelante, donde compramos unos deliciosos mangos, ya que en esta zona de la Panamericana, los pobladores suelen poner a la venta frutas, granos, miel y hasta animales de corral. Minutos luego, dejamos la carretera para recorrer por una vía secundaria que nos llevó hasta la laguna, la cual es un remanente de agua natural de origen volcánico. Nuestro paseo nos llevó hasta sus orillas, donde disfrutamos de la frescura de sus frondosos árboles y la paz de las tranquilas aguas de la laguna. Por una callecita perimetral, disfrutamos de las distintas facetas de la bella laguna.

Al final de la tarde dejamos la laguna para visitar la bonita ciudad de Apastepeque, cuyo significado en Nahuatl es "Cerro de Alabastro" visitamos la iglesia del Calvario, donde deleitamos el gusto con un delicioso Gallo Pinto, como parte de una actividad de la juventud católica de la localidad, para luego visitar la iglesia colonial de Santiago Apóstol, patrono de la localidad. Esta joya nacional se encuentra en fase de reconstrucción, luego de los severos daños que dejaron los terremotos de 2001 que afectaron a varias localidades en la zona del Jiboa. Esta pequeña ciudad celebra sus fiestas patronales a finales de julio en honor a Santiago Apóstol llenando sus calles con el júbilo y la tradición católica.

Tras nuestra breve visita a esta ciudad, con las últimas luces del día, continuamos nuestro viaje cruzando las calles de la ciudad de San Vicente, ya que nuestro itinerario de este viaje de prueba nos llevaría por la ruta que conecta a esta cabecera con la ciudad Viroleña, Zacatecoluca en una travesía de una hora por una vía en excelentes condiciones a la cual se nos unió una hermosa luna llena, la cual nos acompañó durante nuestro recorrido. Dejamos de paso esta ciudad para otro paseo y continuamos nuestro recorrido de regreso a la capital sin antes hacer una última parada en el famoso pupusódromo de la ciudad de Olocuilta para degustar unas deliciosas pupusas de arroz, plato típico de la localidad.

Nuestro querido Pulgarcito tiene en cada rinconcito lugares llenos de magia y belleza, solamente basta nuestro interés en descubrirlos. Insto como siempre a tomar el mapa y aventurarnos ya que sin gastar mucho se puede disfrutar de una aventura sorprendente.

La belleza del Chinchontepeq o Volcán de San Vicente y el hermoso valle Jiboa desde la Panamericana.
A la vera del camino se pueden adquirir frutas, granos, miel y hasta aves de corral.
Piedras para lavar a la orilla de la laguna de Apastepeque.
Muelle flotante en el turicentro ubicado a orillas de la laguna de Apastepeque.Mi Preciosa Irene contemplando el paisaje de la laguna desde un árbol caído. Hermosas vistas de esta tranquila laguna, la cual invita al visitante a un momento de relax.La laguna de Apastepeque goza de una frescura deliciosa gracias a los numerosos árboles frondosos como el de la imagen.
Vista de la fachada de la iglesia del Calvario de la ciudad de Apastepeque
Vista del parque central de Apastepeque, una tranquila y limpia ciudad
Dos imágenes de la iglesia de Santiago Apóstol, arriba una foto actual que muestra el proceso de reconstrucción, abajo, una imagen que encontré en wikipedia, tomada tras los fatídicos terremotos que sacudieron El Salvador en 2001.
Durante nuestra visita, disfrutamos de una procesión encabezada por el patrono de la localidad, Santiago Apóstol, quien es adornado con flores de Izote.